domingo, 22 de noviembre de 2009

Un mito espectacular...

Sosa Fernandez Jose Antonio
Grupo: 510
Filosofia 1
cch-sur
Un mito espectacular…

Francisco Rojas González nacido en la ciudad de Guadalajara, México 1904-1951; fue etnógrafo, antropólogo y realizó investigaciones folklóricas a lo largo y a lo ancho del territorio mexicano. Participó en la redacción de libros relacionados con sus actividades académicas pero al mismo tiempo, su experiencia de vida con las capas más pobres de la población mexicana la fue volcando en una obra creativa que se refleja en varias colecciones de cuentos y novelas. Así discurre ante el lector un vibrante fresco de los pueblos marginados que lo sitúa ante una combinación de humor, tragedia, pensamiento mágico, ritos, religiosidad, mitos y relaciones humanas extrañas al pensamiento occidental. Como cuentista no invade los relatos con sus conocimientos científicos, sino que por el contrario, con un lenguaje sumamente expresivo y cálido, integra libremente mexicanismos con expresiones populares, que lejos de entorpecer la comprensión del lector, les otorga una alta carga poética.El intento de "El Diosero" (publicado en 1952) es revelar las peculiaridades de varios grupos indígenas que habitan en México en los que, coexisten formas de vida primitivas ajenas a nuestro tiempo junto a manifestaciones muy avanzadas de la civilización.Y refiriéndonos al cuento objeto de nuestro interés, Nuestra señora de Nequetejé, también desea probar que nuestros mecanismos racionales pueden no ser los únicos válidos para interpretar la conducta humana.
Una pequeña aldea semiescondida en la Sierra Central mexicana. Su población indígena, escasa de recurso y de pobre acceso al mundo "civilizado" aunque portadora y testigo de una cultura milenaria, y practicante forzada del rito católico luego de la conquista española. Gran parte de la vida de los Pames gira en torno a su iglesia, cuyas características están de acuerdo con el resto de las construcciones del pueblo: paupérrima, de muros encalados, pisos de ladrillos porosos y revenidos, vidrios astillados. Casi podemos ver su altar mayor de yeso descascarado y un Cristo moreno, flaco, aindiado, pendiendo de una pobre cruz forrada con flores de papel desteñidas: una iglesia igual a tantas del país. De pronto, y seguramente sin previo aviso, irrumpe en el pueblo un equipo de psicoanalista freudiana trayendo en su bagaje una suerte de caudal "prejuicial" según el cual los indios eran "prelógicos", tal como para los antropólogos eran "primitivos" y para los etnólogos "retrasados". La investigación psicológica incluía la aplicación de un test proyectivo: Se trataba de un álbum con reproducciones de obras maestras de la pintura universal. Entre ellas, La Gioconda de Leonardo Da Vinci. La escuelita rural fue elegida como laboratorio y allí estaba la psicóloga con su álbum. En largas filas padres con sus hijos y ancianos aguardaban pacientemente para pasar al interior del aula donde debían responder al estímulo de las láminas.
La mirada atenta, las pupilas dilatadas por algo del orden del estupor, penetradas por los tonos y las gamas de color de las formas reflejadas, en un impacto estético que traslucía más lo sentido que lo pensado. La psicoanalista no salía de su asombro ante el interés que las obras magistrales producían en esas mentes "prelógicas". La Gioconda había provocado la admiración popular y las respuestas evidenciaban el impacto ante la perfección de sus rasgos. Esa clara tendencia que desconcertaba al equipo, provocaba en la psicoanalista una sonrisa misteriosa, a la vez que triunfal: parecía hacer captado el "complejo colectivo" por ella presupuesto.
Tiempo después la psicóloga dio a conocer los resultados de la experiencia de Nequetejé.Sus conclusiones:1) Los Pames gustaban del color pero admiraban la forma. No tomaban en cuenta la composición de la obra ni advertían el proceso creativo subyacente.2) En los Pames diagnosticaba un "Estado neurótico colectivo" afirmando que era un caso de "razonamiento por simple análisis e incapacidad de síntesis".3) En este caso han quedado hechizados - no es otra la palabra - por la imagen de la Gioconda. En ella se han visto como si el pueblo entero hubiese pasado uno por uno frente a un espejo. No le recuerda la amarilla epidermis de ella el color de la carne de nuestros indios? Su tocado y su ropaje son semejantes a los de las mujeres Pames. ¿No le recuerda el paisaje de fondo, roquerío bravo el panorama yermo de la Sierra Madre?
Al tratar de confirmar esto y en buscaba la lámina dentro del álbum para corroborar estas conclusiones, descubrió la desaparición de la Gioconda. Exaltada, afirmaba que este hecho, sin duda un robo, no hacía más que confirmar su diagnóstico.
Un año más tarde el antropólogo regresó a Nequetejé para continuar su investigación. Fue recibido con hostilidad y amenazas que le proferían distintos grupos al recorrer las calles de la aldea. Ante su pregunta "¿Qué me ven?" - la respuesta fue contundente: "No más pa'mirar a qui horas te lo mueres".Se dirigió a la Iglesia donde fragancias de incensarios y braseros envolvían a fieles de todas las edades prosternados en una actitud de fe inenarrable.A la derecha un retablo y allí "un ascua parpadeante, solemne que nacía de velas y candilejas. El altarcillo exornado con un mantel blanquísimo, bordado ricamente, esferas multicolores, ramos de verduras y florecillas montaraces y arriba una imagen enmarcada en un cuadro de recia madera mezquite, del que pendían manojos de exvotos de plata."
En el medio, la Gioconda deificada, otorgando favores a los Pames, quienes habiéndole dado la espalda al Cristo indio, adoraban la imagen florentina.
Turbado por lo que acababa de contemplar, el antropólogo escuchó las explicaciones del Capellán sobre "el acontecimiento pagano". La llamaban "Nuestra Señora de Nequetejé" y su culto se extendía varias leguas a la redonda.
En su honor se realizaban procesiones en peregrinaciones fervientes y frente a su altar cantaban loas y danzaban.
La mirada de la que parte la psicoanalista del cuento es rígida, prejuiciosa y preconcebida. Una noción a priori de la conducta religiosa que necesariamente implica "primitivo", "prelogico", "neurótico", conduce a la noción de contenidos que deben ser decodificados mediante la interpretación. La condición no religiosa no interesaría al psicoanalista, en tanto representa la liberación de ilusiones infantiles. La tendencia reduccionista que equipara creencia a patología y no-creencia a normalidad, tendrá como efecto, al menos dos tipos de problemas. Por una parte, aplicar la teoría cruda, sin considerar las implicancias socioculturales de sujeto y contexto. No hay lugar para el cuestionamiento ni la duda. Citamos "Se trata, amigo mío, de un estado neurótico colectivo, de una etapa bien definida dentro de la biogenética. Si, reafirmó. El primitivo, con su alma encapotada de misterio, ofrece sorpresas apasionantes. El primitivo, como el niño, goza sufriendo, ama odiando, ríe gimiendo. El hombre bárbaro contemporáneo nuestro es un racimo de complejos; razona por simple análisis porque carece del don de la síntesis, que es el patrimonio de las altas culturas... (Pág. 62 del texto de Rojas). Para este trabajo rescatamos lo básicos visto en la clase acerca de la imbricación entre religiosidad, creencia, mito, cultura, sociedad y ellos son nuestros hilos conductores en el fenómeno de la representación a la transformación que surge del relato.
En este caso, tomamos el concepto de transformación como producto de un proceso afectivo interno, que abreva en el caudal de lo ancestral, divino, mágico. Cada cultura construye lo peculiar de sí misma en concordancia con los avatares históricos y sociales que ha atravesado. Los Pames viven una experiencia místico-mítica colectiva que se traduce en un momento fundante sustentado en el pasaje del rito al mito. El Cristo de su pobre iglesia, con sus rasgos aindiados, les fue impuesto como la representación de un padre que les era ajeno y que se erigió, desde entonces, en una imagen identificatoria forzada.
En un segundo movimiento, la Gioconda adviene en imagen representación de la Madre Tierra encarnada. La fascinación, "sentimiento oceánico", revelada por la imagen arcaica y adorada produce un movimiento revulsivo pasional que emana de sus emociones intensamente removidas. Una pulsión colectiva les lleva a erigir como deidad el rostro enigmático de esta mujer. Emergen, brotan con su fuerza primigenia, las Diosas Madre Tierra, universales. Sin saber que lo saben, exhuman lo enterrado por la colonización española. Reivindican la figura femenina con todos sus atributos: fertilidad, fuerza procreadora, fecundidad....etc. Al mismo tiempo que deifican su imagen "pagana" destronan un dios proveniente de un Mito ajeno. En manera de conclusión, este texto involucra mito-religión y magia; mito en el que los aldeanos de Nequetejé toman un recuadro histórico como la Gioconda, para ofrecerle su fe, respeto y la idolatración que se le da a una virgen, en este caso la madre tierra referida en la Mona Lisa, y he aquí cómo se involucra la religión, ya que la ideología católica fue a sometida a ¨la fuerza¨, y como resultado los indígenas buscan en la mujer misteriosa del recuadro, su propia divinidad, su propio ideal, en el cual todos puedan confiar, y saber que les pertenece así como ellos a ella, y dentro de cada fe de cada lugareño, se dio por la magia del recuadro que Leonardo Da Vinci logro plasmar, y que a los indígenas inocentes y ignorantes, en el buen sentido de no saber más que su cultura en su tierra y nada más, al ver tal composición, su respuesta o su reacción fue de admirar de manera religiosa a esta bella mujer serena, y que como todos sabemos misteriosa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario